Pages Menu
Categories Menu

Nuestro Método

 

1. Flexibilidad, relajación.

Después de buscar minuciosamente un punto de partida común para las artes marciales, parece acertado concluir que la flexibilidad ocupa un lugar privilegiado. Este principio es menospreciado por algunas de las modernas técnicas de pelea o ciertas formas de percibir las funciones corporales, más preocupadas por alcanzar una fortaleza física considerable que otra cosa: a eso se reduce el éxito de un enfrentamiento. Sin embargo, en una pelea real, quien manda no es un determinado músculo del cuerpo, sino la mente.

El concepto de flexibilidad no se centra en la mera materialidad de un cuerpo elástico. Hace referencia a la espontaneidad y la adaptabilidad al cambiante ritmo de la naturaleza. Todo lo que tiene vida no es rígido, firme, tenso… sino que es fluido, como el agua, como la lluvia[1]. Aquí precisamente encuentra justificación el sobrenombre del Maestro FUNAKOSHI: shoto puede traducirse como tigre, pero también como pino al viento[2]. Como explica la sabiduría oriental plurisecular, el hombre al nacer es blando y débil, cuando muere, rígido, firme y duro[3].

bannernew2

La flexibilidad permite, en primer lugar, alcanzar un cierto tipo de armonía con la naturaleza, fuente inagotable de energía y conocimientos. El concepto de armonía es una de las riquezas más grandes que se ha conservado en la filosofía oriental. Demuestra armonía consigo mismo aquel que goza de paz en su conciencia. La armonía con los demás se alcanza a través de unas relaciones enmarcadas en un trato, no solamente justo sino también amable y caritativo. La armonía aparece en una conversación agradable, en la contemplación de un paisaje bello, en el aprendizaje de algo novedoso y enriquecedor. Hay armonía en el correcto funcionamiento del engranaje de una maquinaria grande o insignificante, como un reloj. El ser humano tiende a la armonía. Las artes marciales deben ser armónicas. Pero faltará armonía si hay tensión. Se rompe la armonía del diálogo si una de las partes está, como se ha dicho, a la defensiva, con deseo de ofender o simplemente si carga sobre sí complejos de superioridad o inferioridad, que lo sitúan en un plano que hace incómoda, tensa o poco menos que imposible la comunicación.

En segundo término, la flexibilidad nos lleva como de la mano hacia la relajación, que faculta al individuo para realizar las técnicas con gran eficiencia. La tendencia a acumular tensión en ciertos puntos específicos del cuerpo (espalda, hombros), resta eficacia al correcto flujo de la técnica y, en definitiva, de la energía corporal. MITSUSUKE HARADA insiste una vez y otra en la importancia de la relajación para conseguir que toda la fuerza corporal logre concentrarse en un punto determinado del cuerpo[4]. Es lo que sucede al momento de golpear con el bo o la katana, que se mueven gracias a las fuerzas centrífuga y centrípeta generadas por quien los maneja, descargando su energía en el lugar de contacto. Es importante repasar, una vez y otra, la práctica de la explosión de fuerza en un punto determinado, a través de la concentración de dicha fuerza en un lugar específico. Esto es imposible sin la debida flexibilidad. Al contrario de lo que se piensa muchas veces, los músculos no deben contraerse sino expandirse, como explica el SENSEI DIEGO SANTOLIVA[5].

La debida comprensión y aplicación de los principios de relajación y flexibilidad demuestra, de una manera impresionante, que no es necesaria mayor fortaleza física para alcanzar el éxito en la aplicación de una técnica marcial de defensa personal. El arte marcial se convierte, de esta forma, en un arma mortal, aunque las apariencias digan otra cosa. Es el caso de las técnicas que desarrolló el emblemático y cuestionado Maestro SHIGUERU EGAMI. A simple vista parecen inofensivas y hasta graciosas. Un ajeno a la materia podrá pensar que se trata simplemente de movimientos artísticos; pero la realidad es otra. En concreto, el tzuki que desarrolló EGAMI, después de sufrir una enfermedad que mermó su antigua fortaleza física, es un ejemplo de esta realidad. Se puede apreciar esta realidad en la demostración del SENSEI IVES AYACHE[6].

Recordemos que EGAMI, después de entrenar noches enteras, llegó a concluir que la técnica más efectiva es aquella que se ejecuta con total soltura, elasticidad y relajación. Por su parte, la eliminación de toda rigidez –algo tan difundido en las artes marciales de hoy– es el fruto de ejecutar una técnica hasta el agotamiento: sólo en ese instante se consigue la forma natural, la más efectiva.

Un desarrollo de estos principios se presenta en el antiguo postulado marcial que recoge NISHIYAMA SENSEI: Mushin no kokoro. Como explica este maestro en su emblemática obra, se trata de lograr que la mente alcance el estado del agua en reposo y de la luna llena: aquella calma que permite entrever, a través de la poca luz que se percibe en el ser del contrincante, sus intenciones en un combate. Así se logra, de manera efectiva, adelantarse a sus movimientos y ganar el combate[7]. Esta experiencia resulta evidente para un practicante auténtico de las artes marciales.

En definitiva, una adecuada aplicación del arte marcial logra que la suma de un conjunto de técnicas se apliquen con naturalidad, sin reflexionar sobre la secuencia sino permitiendo que el cuerpo se desenvuelva, valga la reiteración, con natural soltura.

2. Sensibilidad e intuición

Las auténticas técnicas marciales procuran desarrollar en sus practicantes una sensibilidad tal que llegue a ser aplicable en aspectos tan cotidianos como los mencionados al hablar de la contemplación y la admiración. Un entrenamiento adecuado estimula cierto tipo de percepción que va más allá del contacto físico, e inclusive de la visión directa del oponente. Es el origen de una auténtica intuición, que solamente se entiende cuando se ha entrenado con esfuerzo y constancia.

MORIHEI UESHIBA SENSEI, fundador del Aikido, afirmaba que es posible presentir un ataque, puesto que todo el pensamiento e intención originan una onda que puede ser captada por individuos cuya sensibilidad esté muy desarrollada. ¿Quién no se ha sentido observado alguna vez, acertando en una percepción que va más allá de los sentidos? La intuición del ataque es una experiencia marcial que llega a ser evidente en quien lleva años de serio entrenamiento. Uno de los exámenes previstos por la Bujinkan Dojo –emblemática escuela que conserva las tradiciones marciales de los ninja- para niveles avanzados –godan test–, consiste precisamente en el ataque por la espalda con un boken (antiguamente se realizaba la técnica con una auténtica katana), esperando la percepción del golpe por parte del examinado, antes de recibirlo por supuesto. Las experiencias sensoriales de quienes se han sometido a esta prueba son sumamente interesantes y elocuentes. El Dr. MARC BOILLAT DE CORGEMONT, estudioso de la energía para aplicaciones médicas, justifica dicha percepción diciendo que esto es aplicable no solamente a los pensamientos negativos, sino también a los positivos, y explicaría por qué a menudo sabemos si podemos confiar en alguien, aun en ausencia de hechos tangibles[8]. El Maestro UESHIBA llegó a afirmar que antes de que alguien me ataque, su energía viene hacia mí. Si lo evito y su cuerpo sigue su ki, sólo tengo que tocarle ligeramente para que su cuerpo caiga al suelo[9]. Quien ha visto la ejecución de las técnicas de Aikido por parte de un experto, sabe que estas palabras están llenas de sentido.

3. Respiración

La vida de muchos seres se mantiene, conserva y desarrolla gracias a la respiración. De su adecuado ejercicio depende la salud y la plenitud física; enfermedades como la hipoglucemia tienen su causa en una mala oxigenación del cuerpo. El entrenamiento requiere una respiración constante, evitando tanto la hiperventilación como la falta respiración: ambos desajustes suelen tener su origen en una tensión nerviosa exagerada durante el entrenamiento.

Los expertos orientales enseñan que la respiración es el vehículo de la energía, guiada por la mente (…) la energía se conduce con la mente, a través de la respiración. De este modo, el chi (ki) puede ser llevado a cualquier parte, dentro o fuera del organismo[10]: de ahí nacen las proyecciones energéticas que los alumnos de FUNAKOSHI SENSEI, el misterioso OKUYAMA y el ya mencionado HARADA SENSEI, denominaron hakkei. Los conductos energéticos se denominan meridianos, y los puntos energéticos han sido estudiados por expertos en medicina tradicional oriental y relajación[11]. Aunque las fuentes citadas son fidedignas, estos conocimientos son, en nuestro caso, todavía muy precarios. Sin embargo, hay ejercicios prácticos que demuestran que el influjo del adecuado uso de la energía es efectivo: tal es el caso de la elevación de un individuo por parte de varios, con apenas dos dedos, después de haber puesto sobre él las manos.

En todo caso, la respiración como técnica de relajación y adecuado flujo energético resulta evidente durante los entrenamientos, sobre todo en los momentos de más cansancio, cuando el cuerpo parece que no resiste más. De mi padre he aprendido a realizar respiraciones profundas, contrayendo ligeramente la parte más baja del estómago, lugar que algunos expertos encuentran relacionado con el chacra o centro energético.

4. Fuerzas y ángulos

La tradicional fórmula de la física clásica establece que la fuerza es el resultado de la masa multiplicada por el valor exponencial de la velocidad (F=mv2)[12]. A mayor masa, mayor fuerza. A mayor velocidad, mayor fuerza. Así lo expone la Japan Karate Association (JKA) en la que podría llamarse su primera publicación oficial -ya mencionada en este trabajo- a principio de la década de los sesenta[13].

Estudios posteriores realizados, tanto por la KDS (Kárate-do Shotokai) de MITSUSUKE HARADA SENSEI como por BRUCE LEE en su conocida obra titulada: El tao del jeet-kunde-do[14], aportan elementos sorprendentes y de gran interés. Ambos desarrollan la conveniente aplicación de los ángulos como elementos de proyección de la fuerza, basados previamente en los conceptos físicos del movimiento circular uniforme. No se requiere una masa excepcional si se sabe manejar debidamente la apertura angular del tronco, los brazos o las piernas, aprovechando ciertos movimientos que, por su naturaleza, parten de forma circular. En realidad, la aceleración (centrípeta) que se genera en un golpe de este estilo es proporcional al cuadrado de la velocidad, e inversamente proporcional al radio de la circunferencia que se forma de manera ideal[15].

El radio ejerce una influencia tal que, si se realiza una curva “cerrada” (con radio pequeño), a gran velocidad, la aceleración centrípeta resulta enorme: tómese en cuenta además que, según NEWTON, la fuerza que actúa en un cuerpo es directamente proporcional a la aceleración que produce en el mismo[16]. Si a esto se añaden los principios de la inercia (un cuerpo en movimiento tiende a seguir en movimiento), resulta que un objeto, al recibir la técnica ejecutada dentro de los parámetros mencionados, acosa el golpe en toda su rotundidad: si el choque es elástico surtirá el efecto rebote, como se puede ver cuando se golpean dos esferas en movimiento armónico simple[17]. Por su parte, si el choque es plástico, el objeto absorberá el golpe dentro de sí[18].

Los efectos de estos postulados físicos, aplicados a las enseñanzas tradicionales, logran generar técnicas brillantemente productivas, como puede apreciarse en los videos del propio HARADA SENSEI[19], o de sus discípulos. Estos mismos postulados, llevados hasta las últimas consecuencias, se encuentran también en el desarrollo marcial del ya mencionado Maestro MORIHEI UESHIBA. La consecuencia práctica está en que no se necesita gran masa muscular para alcanzar un golpe efectivo, porque en realidad, el golpe adquiere su eficacia de la velocidad y el adecuado movimiento.

Si a esto se añade que no son los músculos, sino el correcto “engranaje final” de huesos y tendones, resistentes por naturaleza, los que ejecutan un adecuado golpe marcial, apreciamos que es posible alcanzar la segura realización de técnicas efectivas para todo público. Dicho engranaje –que será mencionado también más adelante– no necesariamente requerirá de la reacción provocada por el hikité  o retroceso del codo de forma sincrónica, aplicando los conceptos newtonianos de acción y reacción: es posible alcanzar la necesaria armonización de un golpe, según explican varias escuelas marciales, sin el retroceso obligatorio del codo, lo que permite mantener el brazo que no ataca en postura de protección y defensa del cuerpo[20].

Desde esta perspectiva –cohesión armónica de miembros corporales en un solo ataque– se comprende que un arte marcial, entendida como defensa personal, esté al alcance de mujeres, niños o ancianos, que normalmente carecen de las capacidades de fuerza y resistencia de un hombre adulto. Se explica también que, aunque pasen los años, un auténtico maestro sigue conservando la capacidad de demostrar la eficacia de su arte marcial, aún cuando haya perdido elasticidad o fuerza muscular, por el inevitable transcurrir del tiempo.


[1] VV. AA., Enciclopedia de las artes marciales, cit., p. 1005.

[2] Ibid.

[3] IÑAKI PRECIADO, Las enseñanzas de Lao Zi, Alfaguara, 1978, p. 83.

[4] Cfr. JONATHAN DE’ CLAIRE, Relaxation – An Emphasis Lost!, tomado de: www.karatedoshotokai.com

[5] Tomado de las clases dictadas en el Honbu Dojo de la JKA/WF Ecuador, Quito, 2009.

[6] http://www.youtube.com/watch?v=e4PFr3PjB90&feature=PlayList&p=F34CD3FCF78BD9A7&playnext=1&playnext_from=PL&index=19

[7] Cfr. HIDETAKA NISHIYAMA, Karate the Art of «Empty-Hand» Fighting, Tuttle Publishing, Tokio, 1960, pp. 21 yss.

[8] MARC BOILLAT DE CORGEMONT SARTORIO, Salud y bienestar con el Chi Kung, Alas, Barcelona, 2003, p. 73.

[9] Ibid. p. 74.

[10] Ibid, pp. 74 y 75.

[11] Cfr. SEBASTIÁN GONZÁLEZ, Las 9 perlas del Chi Kung QiGong, Alas, Barcelona, 1996, pp. 67-75.

[12] Cfr. FRANCIS SEARS y MARK ZEMANSKY, Física General, Aguilar, Madrid, 1966, Cap. V.

[13] Cfr. HIDETAKA NISHIYAMA, Karate the Art of «Empty-Hand» Fighting, cit., Cap. I.

[14] Nos referimos a su obra titulada: El Tao Del Jeet Kune Do, Black Belt Communications, Valencia, 2009. Será citada oportunamente.

[15] Cfr. FRANCIS SEARS y MARK ZEMANSKY, Física General, Cit., Cap. IX.

[16] Siempre que un cuerpo describe una trayectoria circular, la fuerza centrípeta está dada, en cada instante, por la resultante de las fuerzas que actúan sobre el cuerpo en la dirección del radio de la trayectoria, BEATRÍZ ALBARENGA y ANTONIO MÁXIMO, Física General, Harla, México, 1983, p. 187.

[17] Cfr. FRANCIS SEARS y MARK ZEMANSKY, Física General, Cit., Cap. XI.

[18] Cfr. FRANCIS SEARS y MARK ZEMANSKY, Física General, Cit., Cap. VIII y X.

[19] Cfr., por ejemplo, http://www.youtube.com/watch?v=wf6qJe4_CuI&feature=related

[20] Cfr. JOSÉ CÁCERES MADRID, Manual de consulta para la práctica del KARATE DO, cit., p. 34.

 

Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial